La inspiración de Polite y el buen trabajo en equipo fueron claves en la valiosa victoria
27 abr 2024 . Actualizado a las 20:32 h.Granada volvió a ser un destino talismán para el Río Breogán. Allí ascendió a la ACB hace casi tres años y en el mismo escenario cosechó este sábado una victoria vital por la permanencia. El triunfo fue consecuencia de un brillante trabajo colectivo en ataque, con Polite como referente, y una defensa muy eficaz cuando sentía más el aliento del conjunto nazarí. La victoria permite a equipo de Mrsic huir de los puestos de descenso a la espera de lo que haga este domingo el Obradoiro en la cancha del Real Madrid.
El equipo lucense comenzó el partido hecho un manojo de nervios, con problemas para cerrar el rebote y sin clarividencia para compartir el balón. Aunque Stefan Momirov inauguró el marcador con un triple al minuto y medio, el Granada fue superior en la puesta en escena y enseguida castigó los errores de los celestes. Del 0-3 se pasó al 12-5. Dos pérdidas y sendos triples consecutivos de Kramer propiciaron el primer momento de crisis en el bando lucense. Veljko Mrsic pidió tiempo muerto para espabilar a los suyos en el ecuador del período y buscó soluciones en el banquillo. Con las rotaciones mejoraría el Breo, si bien seguía con dificultades en el rebote. Con Justin Robinson en la dirección se despejó el panorama en campo contrario, y gracias a un triple de Matas Jogela el equipo breoganista cerraría la primera manga con una desventaja pírrica (18-17). Las consecuencias del errático inicio y de la inspiración de Cheatham fueron leves.
Prácticamente todo el protagonismo del segundo acto lo absorbió Anthony Polite, principal artífice del parcial inicial de 0-6, que provocó el tiempo muerto de Pablo Pin, y del buen mordisco que dio su equipo al marcador (25-35). Tres triples impecables del jugador helvético auparon a un Breogán con un crecimiento defensivo incesante y que desperdició un par de ocasiones para llevar su renta más allá de la decena de puntos. En una inesperada explosión de inspiración, el exbreoganista Scott Bamforth apretó de nuevo el resultado (34-40) con ocho puntos consecutivos —tres tiros libres, un triple y una penetración—, pero el Breogán volvería a demarrar en los últimos compases con un parcial de 0-5 fruto de un rebote ofensivo de Juan Fernández, después de un triple de Robinson que se salió de dentro, y de una milagrosa canasta sobre la bocina de Momirov más allá del arco de 6,75. En el intermedio, fiesta breoganista en la grada y desesperanza entre los seguidores locales (36-45).
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La primera canasta de la tercera manga fue obra de Kramer. El Granada salió con ímpetu, decidido a remontar, pero para entonces el Breo era sólido atrás y fiable en los tiros libres, su principal fuente de anotación en los primeros instantes del período. Tras una canasta de Jogela que volvía a poner a los celestes con diez arriba en el marcador (42-52), el parcial del Granada fue de 8-2 gracias a sendos triples de Kramer y Bamforth. Volvía la emoción al partido y los de Mrsic reaccionaron con otro giro de tuerca a su defensa, sobre todo en la primera línea, y un parcial de 0-5 llevado a cabo con un contragolpe culminado por Sergi Quintela y una canasta de tres puntos del inspirado Justin Robinson. A dos minutos del final del cuarto el Breogán vencía por 52-61. Una falta de Sergi Quintela castigada en antideportiva después de la revisión impulsó de nuevo al Granada, que se situó a solo un punto (60-61) cuando empezaba a consumirse el último minuto. El equipo lucense no solo conservó la delantera en el marecador, sino que además abrió una pequeña brecha (62-66) con un triple de Sergi García al límite de la posesión y del final del tercer cuarto.
El partido se reanudó con Polite de nuevo en cancha y el helvético, desatado, fue el autor de los cinco primeros puntos de un Breogán que resistía con garra las embestidas del contrario y la presión ambiental en el Palacio de los Deportes de la ciudad nazarí. El Granada tomaba por fin la iniciativa a cinco minutos del final con una canasta de Valtonen, pero la respuesta breoganista fue inmediata y llegó de la mano de Justin Robinson, que firmó cinco tantos consecutivos. 72-76 con solo cuatro minutos por delante. Se mantenía la emoción y crecían los nervios. A poco más de dos minutos y medio los lucenses seguían por delante (75-79). La perdió Lluís Costa y McLemore se colgó del aro para poner el 75-81. A 60 segundos, 78-83. Triple de Cheatham. Dos tiros libres de Sergi García y otro triple local, este de Kramer (84-85). La última posesión fue para el Granada, pero de solo 1,3 segundos. Sacó Costa y el lanzamiento de Cheatham ni siquiera toco el aro.